Tecnología
Si tienes este objeto de tu infancia en casa podrías tener miles de euros en un cajón
Algunos recuerdos guardados desde hace décadas despiertan el interés de coleccionistas y alcanzan cifras inesperadas.
En muchos hogares, los viejos casetes VHS aún sobreviven en armarios o trasteros, olvidados desde la llegada, primero, de los DVD y después, del streaming. Sin embargo, algunos de estos objetos de la infancia podrían tener un gran valor económico. Según el coleccionista finlandés Ville Lähde, ciertas cintas VHS pueden alcanzar precios superiores a los 1.000 euros, especialmente si son ediciones raras o de alquiler de los años 80.
De basura a tesoro
El valor de una cinta VHS depende principalmente de su rareza y demanda. Ejemplares como la edición en VHS de ‘Buck Rogers’ (1979), con un precio medio de 1.051,50 euros, son altamente cotizados. Otros títulos buscados pertenecen a géneros como ciencia ficción, terror, western y películas de culto. También hay cintas de Disney muy valoradas, como ‘Mickey and Mickey’s Star Revue’ o ‘Donald Duck and the Nephews’, aunque no todas las cintas de Disney tienen valor; solo las versiones de alquiler de principios de los 80 son consideradas coleccionables.
Una pista clave para saber si una cinta puede ser valiosa es su fecha de producción y su presentación. Las cintas de carcasa transparente fabricadas a partir de los años 90 suelen carecer de interés para los coleccionistas. Por el contrario, las cintas de alquiler, producidas en pequeñas cantidades antes de 1985, son las más buscadas, ya que muchas fueron destruidas tras expirar sus licencias.
¿Cómo saber el valor de mis cintas VHS?
Para averiguar el valor de una cinta, se recomienda buscar el título en plataformas de subastas o consultar bases de datos como la del sitio Videospace, precisamente creado por el coleccionista Lähde, donde se recopilan precios de venta promedios.
Aunque los reproductores VHS dejaron de fabricarse en 2008, aún es posible encontrarlos. Pero lo que puede convertirse en una odisea es conectarlos a los televisores modernos. Pese a la baja calidad de imagen del formato, el interés por estas cintas ha resurgido gracias al componente nostálgico que evocan.
En definitiva, antes de deshacerte de esas viejas cintas de vídeo, vale la pena revisar si alguna de ellas podría convertirse en una fuente inesperada de ingresos. Tu infancia, además de recuerdos, podría estar escondiendo un tesoro.
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