Zubimendi, tensa espera
El proyecto de Xabi Alonso arranca con la esperanza de que los esfuerzos del Madrid por fichar al centrocampista fructifiquen tras el Mundial de Clubes.

Echó a andar el Madrid 1.0 de Xabi Alonso. Una configuración efímera, aunque sin escatimar en ambición, que tendrá pronto su primera actualización para afrontar la próxima temporada. Una versión 2.0 en la que el flamante entrenador madridista espera contar con el fichaje de Martín Zubimendi para el centro del campo. En Valdebebas mantienen la fe en poder complacer el deseo del técnico y se aplican el refrán ante su hipotético fichaje por el Arsenal: ‘si no lo veo, no lo creo’. Mientras los gunners no ejecuten la cláusula de rescisión, Zubimendi sigue en la agenda blanca. Hay esperanza.
Después de peinar el mercado, como informó AS el pasado día 8, el Madrid ha llegado a la conclusión de que Zubimendi es la opción óptima para el refuerzo que se busca en el centro del campo. Que merece la pena hacer un esfuerzo por su fichaje. Y ese empeño requiere sentarse a hablar con la Real Sociedad para rebajar el precio del traspaso.
AS responde
Si Zubimendi no llega al Madrid porque tiene un acuerdo con el Arsenal, no hay que perder más tiempo: Angelo Stiller ya.

Stiller no es una prioridad en ningún caso para el Madrid. Es una opción que está ahí, pero parece difícil que el club blanco apueste por él.
Zubimendi (26 años) tiene una cláusula de rescisión de 60 millones de euros. Una cifra nada disparatada, que no es obstáculo para el Arsenal, dispuesto a abonarla a tocateja, pero que al Madrid se le antoja elevada. El club blanco, llegado el momento, intentará rebajarla con alguna cesión.

Una operación en el que Xabi desempeñará un papel fundamental. El Madrid no puede alcanzar las cantidades del Arsenal. Ni en el traspaso ni en el acuerdo con el jugador, pero sí puede jugar la baza de la presencia del tolosarra en el banquillo del Bernabéu. Ya han trabajado juntos. En la primera temporada (2019-20) de Xabi Alonso en el Sanse, el filial de la Real Sociedad, Zubimendi, que cumplía su segunda campaña en el equipo, fue indiscutible. Jugó 25 partidos, los 25 completos. Después del confinamiento, pegó el salto al primer equipo. Una fructuosa relación profesional que nace de la admiración. “Siempre he dicho que era mi ídolo y que para mí fue una suerte que me haya podido entrenar en el filial en un año muy importante”, reconocía Zubimendi la semana pasada en una entrevista en RNE.
Ahora pueden volver a trabajar juntos en Valdebebas. Un reencuentro que depende en parte de la voluntad del jugador. Xabi y el Madrid esperan acontecimientos. Por acción o, mejor dicho, por omisión. Mientras el Arsenal no diga la última palabra, el Madrid seguirá al acecho.
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