Cinco conversaciones pendientes

Asoma una revolución. Cambios, novedades; la cuestión es cuántos, cuántas. Son varios los futbolistas que siguen, sin saber si seguirán. Por ahora, con sus futuros en un frío stand-by, sabedores de que aún no hay nada que hacer. Jugar y esperar. En concreto, a ese 1 de junio. Cuando Xabi Alonso cogerá las riendas del Real Madrid. Cuando empezará una nueva era, su era. Con qué futbolistas. Esa es la cuestión.

Los fichajes empiezan a aclararse. Alexander-Arnold será futbolista del Real Madrid, al 100%. La única duda es si se cerrará el acuerdo para que pueda estar en el Mundial de Clubes. El Liverpool se ha puesto duro, por tramos, pero en líneas generales hay optimismo. También con Huijsen: está fichado. El club ya tiene el acuerdo con el jugador completamente cerrado y pagará su cláusula. Y en el lateral izquierdo, la pole es de Carreras. Muy buena pinta. Tras el Mundial de Clubes, un mediocentro y sondear un delantero... de haber salidas. Y aquí llegamos al quid de la cuestión.

Expediente Rodrygo

Este es el planning, pendiente de qué pasará con los que ya están. El cenital de todo este asunto es para Rodrygo. El caso más delicado de todos. Más allá de su estado anímico y la opacidad con la que tanto él, como su entorno, están decidiendo llevar un expediente que invita a suspicacias (situaciones como que Ancelotti confirme que está “perfectamente” y un día después, ni caliente en Montjuïc, agitan la marea), deportivamente hablando se encuentra en un momento complicado.

En lo individual, porque sólo ha marcado un gol desde febrero, desde aquella visita al Brest para cerrar la Fase Liga de la Champions. Uno, en casi cuatro meses. Pero también en lo colectivo: el sorpasso de Güler es una realidad y, precisamente, es un jugador por el que Xabi Alonso quiere apostar muy fuerte. Rodrygo se asoma a un panorama muy difícil. Y a la vez, en la Premier se pegan por él (Manchester United y Arsenal están dispuestos a disparar la puja por él).

Otro año secundario

Rodrygo no lo tiene claro. Duda. Está dudando mucho. Xabi Alonso quiere jugar con dos delanteros (Mbappé-Vinicius), en dibujo con Bellingham escorado a la izquierda y, visto lo visto, Güler a la derecha. Rodrygo encara una nueva temporada con un rol secundario. Tiene un pie fuera del Real Madrid. Pero aún no hay nada definitivo: está pendiente de una conversación con Xabi para conocer de primera mano cuáles son sus planes. Y en función de eso, decidir. La puerta, desde luego, no está cerrada.

Dudas con Alaba

Y hay cuatro más que están entreabiertas. La situación de Alaba siempre ha sido peliaguda: es el tercer mejor pagado de la plantilla (22,5M€ brutos por temporada) y, sin embargo, ya no ofrece nivel de titular. Ocupa mucha masa salarial y ofrece un rendimiento por debajo de ese listón. Pero tiene contrato (hasta 2026). Y esa es la cuestión. Xabi Alonso quiere cerciorarse de que estará para el ritmo deportivo que quiere imprimir. Además de dejarle claro que la titularidad está descartada (Huijsen, Rüdiger y hasta Asencio están por delante). La vía Arabia no está cerrada del todo. Hay ‘caso Alaba’.

Y con Mendy

Como hay ‘caso lateral izquierdo. La llegada de Carreras (el fichaje está cerrado al 95%), provoca un overbooking. Y esto desemboca en que urge una conversación con Mendy. Por un lado, para conocer sus sensaciones, si estaría dispuesto a asumir un rol secundario (aunque nunca se anunció, renovó hasta 2027) y por otro lado, saber cuál es su estado físico. Esta temporada ha sufrido cuatro lesiones. Demasiadas.

Los suplentes del medio

Algo similar sucede en el centro del campo: Camavinga y Ceballos apuntan a ser los mediocentros suplentes esta temporada. Por delante, Tchouameni y Valverde, además de Bellingham. Xabi Alonso los emplazará a una conversación para exponerles su situación y, a partir de ahí, que tomen la decisión que mejor consideren para sus carreras. Con Camavinga hay pocas dudas de que vaya a seguir; con Ceballos, a priori, similar, pero alguna más. A día de hoy, son las cinco grandes incógnitas de cara a la próxima temporada. Respecto a lo que hay. Puertas entreabiertas. Y asuntos en stand-by.

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